Los datos de fallecidos por coronavirus en centros residenciales necesitan análisis más profundos

Mar 7, 2021

 

Antonio Abellán García, Pilar Aceituno Nieto, Ana Belén Castillo Belmonte, Isabel Fernández Morales, Diego Ramiro Fariñas. Envejecimiento en Red, Departamento de Población, CSIC.

 

La reciente publicación del “Reporte nº 1. Enfermedad por coronavirus (covid-19) en centros residenciales, actualizado a 21-2-2021”, documento oficial realizado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) (1), aflora una discrepancia con la cifra de fallecidos ya publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 10-12-2020. El reporte es un esforzado y necesario trabajo de recogida de información sobre contagios y fallecimientos por covid-19 en centros residenciales; sus datos son remitidos por las comunidades autónomas (CCAA) (2).

El Imserso contabiliza 20.000 (sic) fallecidos en centros residenciales, en el período comprendido entre el 14-3-2020 al 22-6-2020. Por su parte, el INE contabiliza 13.746 fallecidos en residencias socio-sanitarias, en el período marzo-mayo de 2020, de acuerdo a su estadística “Defunciones según la causa de muerte”. El período que comparamos corresponde aproximadamente con la considerada primera ola de la pandemia de covid-19 (Tabla 1).

 

La razón fundamental de la discrepancia entre estas dos fuentes es que los datos de fallecidos ofrecidos por el Imserso no son en principio comparables a los publicados por el INE, tanto por seguir diferentes metodologías como por estar referidos a diferentes periodos de tiempo, y posiblemente por falta de homogeneización en los tipos de centros considerados. Es decir:

a) En cuanto a lugar de ocurrencia de la muerte, el Imserso contabiliza defunciones de personas que viven en los centros residenciales, “independientemente del lugar del éxitus” (muerte), es decir, estas han podido morir en sus residencias o no (3). En cambio, el INE contabiliza defunciones que han sido efectivamente certificadas dentro de las residencias socio-sanitarias (4).

b) En cuanto a la causa de muerte, el INE señala en este período 45.684 defunciones «por» covid como causa básica (13.746 en residencias socio-sanitarias), pero además contabiliza 4.218 defunciones «con» covid y en estas señala como causa básica otras enfermedades (cerebrovasculares, isquémicas del corazón, cáncer, etc.). Es posible que los datos comunicados por las CCAA-directores de las residencias incluyan fallecidos «por» y «con» covid; esto haría aumentar la cifra de fallecidos en el reporte. Se desconocen los detalles metodológicos empleados por directores de residencias y Consejerías de las CCAA.

De estas dos  explicaciones metodológicas  se deduce que la discrepancia en datos puede estar presente en las comunicaciones de fallecidos de las siguientes olas de la pandemia; y también tienen relación con la discutida cuestión de la derivación o no de enfermos de centros residenciales a hospitales en la primera ola de la pandemia.

c) Las fechas de cómputo en la comparación  son ligeramente diferentes; pero estimamos que podrían ser comparables, con las salvedades que se explican en nota (5).

d) También puede haber diferencias en la definición de centros, pues no existen protocolos de homogeneización de establecimientos sociales, sanitarios, o de cuidados de larga duración; a efectos de este post, y con esta salvedad, consideramos que las terminologías utilizadas por ambos organismos son comparables.

Conclusión. Los datos de fallecidos por coronavirus en centros residenciales necesitan de análisis más profundos  para conocer los efectos de la pandemia en estos establecimientos y obtener conclusiones operativas sobre la gestión de la información en emergencias sanitarias. La labor del recogida de información por parte del Imserso es encomiable. Cuando se publiquen por el INE los microdatos de las defunciones según causa de muerte podrán realizarse, entre otros análisis de detalle, cálculos para asignar los fallecidos en hospital a su lugar habitual de residencia (domicilio particular o residencias), causa básica y comorbilidad, causas múltiples de defunción, y contrastar las cifras de fallecidos de una y otra fuente, pues posiblemente precisen complementarse (6). Es posible que conociendo los detalles metodológicos utilizados por las Consejerías de Asuntos Sociales y Sanidad, se puedan hacer comparaciones más sólidas entre ambas fuentes de información.

 

NOTAS

(1) La dirección web de este reporte aún no figura en lugar destacado del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (MSCBS) ni del Imserso. Esta información forma parte del protocolo de vigilancia epidemiológica de centros residenciales en los países de la UE /EEE coordinado por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) cuyos metadatos se comenzaron a implementar a finales de enero de 2021 en el sistema TESSy (The European Surveillance System). Para acceder a esta información también puede hacerse a través del ECDC, en su sistema TESSy , que tiene limitaciones de acceso para el gran público.

(2) Acerca del Informe: Se elabora con los datos agregados remitidos por las CCAA al Imserso sobre la situación de los centros residenciales de su territorio. Estos son de tres tipos: R1, residencias de personas mayores (es el más frecuente, con mayor número de establecimientos, residentes, contagios y fallecimientos); R2, centros residenciales para personas con discapacidad; R3, otros alojamientos permanentes de servicios sociales para estos colectivos. Los trabajos de recogida y sistematización son llevados a cabo conjuntamente por el Imserso (del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030), Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, CCAES, (del Ministerio de Sanidad) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) (del Ministerio de Ciencia e Innovación). Están siendo remitidos regularmente por el ISCIII para su posterior publicación en: https://www.ecdc.europa.eu/en/Covid-19.

Como prueba de que los tipos de centros residenciales R1, residencias de personas mayores, son los predominantes es que en la primera ola fallecieron en esas residencias 19.835 personas, y en el resto de tipos, sólo 165.

El 2 de diciembre de 2020, el Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, tras la aprobación del Informe Covid-Residencias, acordó la elaboración y publicación de una estadística semanal de la situación de los centros residenciales. Esta estadística se ha adaptado a los parámetros de la estadística europea indicada más arriba, nota 1. Los datos tienen carácter provisional, serán actualizados semanalmente por las CCAA y están siendo permanentemente revisados y completados. La estructura de este informe puede variar.

(3) Se desconoce el detalle de la operativa desarrollada por cada comunidad autónoma para recogida de esta información y su comunicación. El entrecomillado hace referencia a las notas del Reporte nº 1 del Imserso.

(4) El Certificado médico de defunción, fuente de información del INE, recoge los siguientes lugares de ocurrencia de la muerte: domicilio particular, centro hospitalario, residencia socio-sanitaria, lugar de trabajo, otro lugar. Véase INE: Resultados provisionales. Avance enero-mayo 2020, y en concreto, para residencias sociosanitarias como lugar de ocurrencia de la muerte.  Según el INE, el total de defunciones por covid-19 en España entre marzo-mayo de 2020 ascendió a 45.684, de los que 2.478 corresponden a domicilios particulares, 28.444 a centros hospitalarios, 13.746 a residencias socio-sanitarias, y 1.016 a otros lugares.

(5) El reporte del Imserso utiliza el período 14-3-2020 a 22-6-2020; las dos primeras semanas de marzo 2020 apenas hubo registro de defunciones por covid-19; a 13 de marzo de 2020 sólo había registradas 120 defunciones en España, en todo tipo de lugar de ocurrencia (Ministerio de Sanidad: “Actualización nº 43. Enfermedad por el coronavirus COVID-19”), por lo que el diferente inicio de períodos de estudio en Imserso e INE apenas afecta al cómputo en ese tramo temporal. En junio de 2020, la mortalidad por covid-19 ya había descendido notablemente; entre el 1º de ese mes y el 21 hubo 1.196 fallecimientos por covid-19 en España, y sólo una parte de esas muertes pudieron corresponder a residencias (Ministerio de Sanidad: Actualizaciones nº 123 y 143). No tenemos información más desglosada, de momento.

(6) Los microdatos ofrecen causas múltiples de muerte, lugar de la defunción, lugar de residencia, etc.; además, se podrán casar los datos del fallecido con sus datos padronales, convenientemente anonimizados, en peticiones personalizadas. Existe un problema real a la hora de asignar fallecidos hospitalarios a domicilios particulares o a residencias de mayores. Para ello, se precisa tener la dirección real del fallecido antes de su ingreso en hospital, por parte del médico hospitalario que certifica la muerte y rellena el Certificado Médico de Defunción; si se sabe que el fallecido procede de residencia y se conoce su dirección, no hay problema; si se utiliza el documento DNI para rellenar el Certificado, es posible que la dirección del DNI del fallecido no sea la de la residencia de mayores donde vivía; es posible también que la dirección padronal del fallecido tampoco fuese la de la residencia donde vivía, sino su domicilio particular donde vivía antes de ser ingresado en residencia, por lo que casar datos del Certificado Médico de Defunción, registros padronales y microdatos del INE tiene una complicación añadida. Por eso, es posible que las dos fuentes comentadas, Imserso (CCAA, Ministerio Sanidad, etc,) e INE,  necesiten complementarse.

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