¿Discriminan los profesionales a los mayores en función de su edad?

Sep 28, 2016

Isabel Fernández Morales. Envejecimiento en red
¿Se discrimina a los mayores en función de la edad? A pesar de que nuestra legislación protege a los mayores para que no sufran un trato desigual, un estudio entre profesionales de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología muestra que estos perciben esta discriminación tanto en contextos médicos como sociales.
Según este estudio, publicado  en el Vol. 51. Núm. 5. Septiembre – Octubre 2016 de la Revista Española de Geriatría y Gerontología, los profesionales españoles más directamente implicados en el cuidado de las personas mayores perciben que la discriminación por edad es un fenómeno que ocurre en el día a día de la convivencia sociosanitaria.
Esta es la opinión de 174 profesionales, médicos, psicólogos y otros dedicados a la atención a las personas mayores con un tiempo medio de dedicación profesional muy prolongado, de más de 15 años.
Los autores del estudio (Jose Manuel Ribera Casado, Antonio Bustillos, Ana Ilenia Guerra Vaquero, Carmen Huici Casal y Rocío Fernández-Ballesteros) sometieron a estos profesionales a un cuestionario que contenía preguntas del tipo “¿Cree usted que en la práctica habitual existe discriminación en…?”. Por ejemplo, en el acceso a unidades especiales de alto coste o en las posibilidades de acceso a alta tecnología o en las indicaciones quirúrgicas.

reggSolo el 11% considera que los procedimientos sanitarios que suponen un coste elevado deben limitarse en función de la edad. Es decir, la mayoría de estos profesionales no justifican un trato discriminatorio en función de razones coyunturales de crisis.
Aunque esta no es la primera vez que los profesionales hablan de discriminación por edad en el campo sanitario, y existen denuncias desde hace tiempo. Ejemplo típico, aunque no el único, sería la práctica de mamografías para el diagnóstico preventivo del cáncer de mama. Según dicen los autores del estudio poner un tope de edad por arriba es arbitrario, solo se justifica por razones económicas y constituye una forma de discriminación por edad. Se trata de un fenómeno denunciado, igualmente, en otros países. Tenemos entendido que en todas las Comunidades Autónomas se realiza hasta los 69 años, excepto en Aragón, donde la última prueba con carácter generalizado se hace a los 64 años.
Otra forma de discriminación denunciada habitualmente ha sido que a los mayores se les ha venido excluyendo sistemáticamente de las poblaciones sobre las que se llevan a cabo los ensayos clínicos previos a la aprobación de cualquier medicamento.

Infantilización

Si analizamos las respuestas relativas a aquellas cuestiones que no están vinculadas directamente con aspectos sanitarios, la opinión de los profesionales es aún más negativa. Fundamentalmente, se trata de actitudes paternalistas que culminan con la infantilización del anciano.
Por ejemplo, más del 80% de los profesionales opinan que al hablar con los mayores a menudo se les trata como si fueran niños pequeños (empleo de diminutivos, tono agudo) o que para la tramitación de servicios se destaca la opción digital a pesar de que esta resulta poco accesible para las personas mayores o  que los profesionales o cuidadores que dispensan un servicio a una persona mayor que va acompañada a menudo se dirigen al acompañante y hablan de la persona mayor en tercera persona o  que la mayor parte de los centros gerontológicos pautan el día a día de las personas mayores atendidas sin permitirles opciones y que con frecuencia se trata a la persona mayor en situación de dependencia como si fuera un objeto (por ejemplo, cuando se le ducha, moviliza o se le aparca en la espera de un ascensor).
Se apuntan varias soluciones en el estudio ante esta situación, entre otras destacaríamos la necesidad de formación adecuada del personal al cuidado de las personas mayores, la preparación gerontológica desde una visión de la vejez y del envejecimiento como proceso del ciclo de la vida, no prejuiciosa, de extraordinaria variabilidad y de posibilidades de cambio positivo.
En definitiva contemplar al mayor como un individuo y centrar la atención en la persona, facilitando su autonomía y el desarrollo de sus cpacidades y afectos.

Más información:

Jose Manuel Ribera Casado, Antonio Bustillos, Ana Ilenia Guerra Vaquero, Carmen Huici Casal, Rocío Fernández-Ballesteros. Vol. 51. Núm. 5. Septiembre – Octubre 2016. Revista Española de Geriatría y Gerontología. ¿Se discrimina a los mayores en función de su edad? Visión del profesional
 

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